Febrero: Amor por el arte

 Por: Arlettes Sandó Ramos

El 2020 fue un año en el que las galerías e instituciones artísticas se mantuvieron con sus puertas cerradas debido a esta fatal pandemia. Para Villa Manuela febrero, un mes antes de la llegada del virus al país, estuvo cargado de mucho movimiento, dándonos la posibilidad de acoger en nuestras salas dos exposiciones marcadas por alegorías, apropiaciones y gran sensibilidad. A un año de haberlas inaugurado se nos antoja aproximarnos a modo de throwback, siendo esta la posibilidad de que el espectador pueda interactuar con ellas.

Las Ciudades Invisibles en la encrucijada del I Ching del arquitecto José Antonio Choy, quien expone por primera vez en su galería[1]. Nos sorprende con una muestra   que al decir del propio artista recrea en telas de gran formato los relatos concebidos por Ítalo Calvino en su novela homónima Las Ciudades Invisibles; entrelazadas con la cosmogonía oriental del libro I Ching. La exhibición fue una de las actividades más hermosas presentadas, la galería estuvo asaltada por los discípulos de Choy, quien supo improvisar un conversatorio e imbricar a todo su estudiantado en el proceso creativo de la obra, sumándose a este intercambio conversacional el presidente de la UNEAC, Luis Morlote. Las ciudades como eje principal, nos revelan cuan performáticas pueden ser a través de los ojos de quien las contemple.

 Ego, Te Absolvo representó la necesidad de Ernesto Rancaño de purificar su alma y que su arte también se purificara con esa absolución. La muestra se alzó como un espacio de perdón absoluto. Son objetos trastocados en pecados que a su vez se tornan placer estético.  No son más que objetos de uso común como espejos, teléfonos, puñales, bastones y piezas de ajedrez, que a partir de sus viejas lecturas necesitan ser absueltos de toda culpa anterior elevándolos a un  plano celestial, gracias al sentido artístico que le otorga  su creador. Si bien   esta no es una temática ajena a la obra del artista, nos resulta conmovedor como se apropia de un lenguaje lleno de misticismo para aportarle a su obra conceptos como lo alegórico y la redención. Precisamente con esta exposición cerramos el pequeño ciclo del mes de febrero del 2020 que estuvo lleno de mucho placer y amor por y para el arte cubano contemporáneo.

[1] José Antonio Choy fue el arquitecto que rediseñó el espacio de Villa Manuela para inaugurarla como Galería.