ADN

Colectiva febrero 2011

La horma del zapato

Desde que se proyecta una idea hasta que se materializa, se mata un burro a pellizcos y ya ADN ha matado unos cuantos. Sin temor alguno confesamos que esta exposición lleva en el aire un buen tiempo si tenemos en cuenta que su génesis está por allá por el 2009 (1)  cuando  demostrábamos, frente a un entusiasta y peliagudo auditorium, que el tres es un número maravilloso. Porque, bueno, me pareció interesante, pero creo que con dos es más que suficiente, nos comentó un escéptico cuya teoría no era otra que la investigación sobre arte es cuestión de una cabeza porque a fin de cuentas todo es muy subjetivo y no vas a llegar a ninguna conclusión científica. Lógicamente, haciendo oídos sordos al diletante cientificista nos atrevimos a convertir la conferencia en curaduría y eso entre tres, es un pelín más desconcertante ¿no?
En aquella ocasión pusimos las neuronas en función de seis artistas que, aprovechando las posibilidades expresivas del soporte audiovisual, establecían elementos apropiativos con la tradición histórica y cultural de nuestra nación. En las piezas escogidas de Reynier L. Novo, José Angel Toirac, Javier Castro, Duniesky Martín, Juan Carlos Alom y Lázaro Saavedra se apostaba por una resemantización de documentos y textos culturales de nuestra historia que se desplazaban desde una apropiación directa del referente -y con ello implementar una crítica social aguda- hasta el documento como pretexto para crear piezas de un lirismo sobrecogedor.
Las 6 obras nos llevaron directo a conformar los siguientes núcleos temáticos: La permanencia del juicio crítico en la apropiación de textos culturales (Saavedra y Toirac); El documento histórico como referente directo: lo lírico como epicentro. (Alom y el chino Novo) y El contexto histórico en la construcción de arquetipos de heroicidad (Duniesky y Javier). Conclusión, que había tela por donde cortar y sacamos las tijeras.
Pasó el tiempo (no mucho) y pasó poniendo en acción las tres narices que comienzan a olfatear los olores del ámbito artístico contemporáneo y bajo nuestra máxima de que  no podemos dormirnos, hay que hacer cosas, caímos en la cuenta de que el ADN contiene la información genética usada en el desarrollo y el funcionamiento de los seres vivos conocidos, que es una especie de almacén que guarda el mensaje necesario para construir y sostener el organismo en el que reside, el cual se transmite de generación en generación.
Encontramos entonces la horma del zapato que queríamos calzar pues a modo de herencia genética, el arte cubano recicla constantemente la realidad nacional; circunstancias que utiliza con todos los matices de la relación espacio/tiempo pues, en el intento de repensar el organismo en el que reside, pasado y presente se hacen uno.
Ya lo teníamos todo, o casi todo, luego de aprobada la expo surgió un problemilla, todas las  obras habían sido vistas y revistas hay que cambiarlas, con los mismos artistas, con el mismo tema, se nos cayó la museografía y sus núcleos temáticos (nunca se termina). Suerte que la divina providencia no nos llevó tan mal y volvimos a caer en cuenta que no por gusto los habíamos agrupado, que estos creadores – en más de una ocasión, unos con más sistematización que otros- se han atrevido a problematizar la  nacionalidad desde la imagen electrónica ya sea desde el registro y la documentación de fragmentos de la realidad  o a través de la manipulación de fondos fílmicos.
ADN se nos convirtió entonces en la confirmación de que estos artistas hacen del acontecimiento histórico un elemento perfectamente mutable: Martí y su casita y su noche más bella; la pelota que no cesa, que cuando los mambises en los juegos se formaba intriga patriótica; y aunque ahora las escuelas y los fuegos de enero pierden emoción, cerquita del 59 alfabetizar era lo primero y lo segundo (o las dos cosas al mismo tiempo) el castigo a los esbirros ¡había que eliminarlos señores! para que ondeara tranquila la bandera de Narciso López, aunque fuera a la inversa  y bajo el ritmo  kichón de Rafael.

*****
Ojalá y se percaten de que los refranes tienen sus fisuras porque eso de que mientras menos bulto más claridad no nos sirve de mucho. Trabajar solo es un poquito aburrido con dos más te complementas, lo que no se le ocurre a uno, of course que le viene al otro, te fajas y te abrazan cuando salen bien las cosas y definitivamente toca menos stress por cada uno.

Notas
(1)ADN surge de un trabajo investigativo presentado en el evento teórico del II Festival Internacional de Video Arte Camagüey 2009. Bajo el título El audiovisual cubano contemporáneo: miradas a la historia nacional, analizamos las obras Tengo (Toirac); Reencarnación (Saavedra); Diario (Alom); El patriota invisible (Novo); Las cabezas trocadas (Duniesky); Reconstruyendo al héroe (Javier).

Las tres curadoras
Enero 2011

Obras

S/T

Reynier Leyva Novo 2012

S/T

Reynier Leyva Novo 2012

Cuando la historia se nos hace invisible

Duniesky Martín Urgellés 2011

Deporte Nacional

Reynier Leyva Novo 2010

Shoot

Meira y Toirac 2009

La Habana, enero de 2008

Javier Castro Rivera 2008

Cojo, suelta la botella

Lázaro Saavedra González 2007

La noche bella no deja dormir

Juan Carlos Alom 2006

Artistas