Del pí al pá

Colectiva abril 2010

Del PI al PA

Crea tu propio universo sobre la marcha

Winston Churchill

La muestra Del PI al PA agrupa la obra de cuatro artistas que, además de mantener una larga amistad, en sus obras se evidencia una relación que va más allá de lo conceptual o pictórico, que se me antoja análoga al vínculo de dependencia que hay entre las teclas blancas y negras del piano.
La frescura, los contratonos, los juegos armoniosos, la vida, la ponen las negras. Se disfrazan, se travisten, pueden ser bemoles o sostenidos. Con las blancas la melodía es armoniosa y clara, el sonido más cándido, enternecedor, agradable, seguro. Pero, cuando llega el concierto, se unen dulzura y contratonos, para llegar a la obra. Hay una dependencia estrecha entre unas a otras, sin subordinación.
En la obra de Jairo Alfonso, Pavel Acosta, Dalvis Tuya y Harold Vázquez, cada uno parte de una idea y concepto que, en el proceso  creativo y de representación se alejan de la imagen pictórica visualizada como obra acabada, y no para desecharla sino para, a partir de una consecutividad y reiteración casi gráfica de elementos de gran significación, reconvertir los significados de la obra.  El concepto e idea, en su monótono y aparente afán de multiplicación, son como las picaras  y engañosas teclas negras, que se travisten para llegar a la imagen terminada, apacible, serena y agradable de las teclas blancas. Y como en la obra musical, las funciones y los significados se ocultan para dar paso a una obra visual.
Las obras parten de un concepto que crece sin transformarse, van de una idea micro (ser humano, objeto, grano de sal o fragmentos de pintura) que posee vida y concepto en sí misma, a una macro (obra), ajena en apariencia al concepto de la idea micro y determinada por la interacción entre los diferentes resultados pictóricos. Tanta importancia tiene la imagen final de la catedral y los cables del tendido eléctrico, como la capa de pintura colocada, pedazo a pedazo, en la obra de Pavel Acosta de la serie Pinturas Robadas.
Desde el 2005 Pavel ha estado abocado a la búsqueda de los límites de los valores sociales y culturales. Él desarrolla una relación casi obsesiva con la ausencia, el vacío, con lo que dejó de ser. Revierte este abandono con acciones sobre el espacio y sobre el concepto. A veces ejerce la función de espectador pasivo o incitador, pero en esta serie pasó a ser activo y autor de los robos. En la serie Pintura robadas, el proceso consiste en robar pedazos de pintura de diferentes puertas de calle, carros, paredes de la ciudad y, mediante procesos pictóricos y químicos, crear con ellos una obra artística. Cada pigmento robado tiene una historia en sí mismo y una connotación que da paso a la imagen final, donde la forma que toma la pieza, por los continuos pedazos de pintura sumados, provoca una textura diferente. El concepto original oculta la textura de la obra, la esconde. Algo parecido sucede con Dalvis Tuya.
Vi por primera vez sus obras en la galería Fresa y Chocolate durante la 9na Bienal de la Habana.  Mostraba retratos de gran formato con personajes de mirada agresiva, cuestionadora y rebelde. La calidad visual incitaba al acercamiento y, donde esperabas líneas, curvas y limpieza de trazos nos encontrábamos con que todo estaba hecho de pequeñas figuras humanas. La reiteración  infinita de estas figuras, y la aplicación en ellas del efecto de luces y sombras acumuladas en mayor o en menor cuantía, no solo dan forma a nuevas imágenes sino también a nuevos significados.
En la muestra Del PI al PA se muestra más seguro. Sustituye la necesidad del choque directo con el público por la espera y la contemplación. Perfecciona el dibujo e introduce el color en algunas partes de la obra, proporcionándole profundidad  y naturalidad a la pieza. Sin embargo estas obras no solamente están hechas de la superposición y la multiplicación de figuras humanas sino que introduce otro elemento constructivo los Legos. En el dibujo de la serie Bob construye, Dalvis arma con piezas legos una rana y comienza a darle color en diferentes partes de las piezas. Pareciera como si la rana se despertara de un sueño y dejara de ser silente y en blanco y negro para saltar. La simbiosis entre los dos procesos de arme y desarme, realidad y ficción, están presentes como un sello determinante en su creación.
Recuerdo que la pieza en video Radiografía, de Jairo Alfonso, me tomó por sorpresa. La había visto antes en la muestra Vostok, muestra colectiva realizada en el 2007, y resumía el concepto de una investigación que venía realizando desde hacía tiempo atrás.  En ese momento pensé que en sí misma contenía la esencia de la muestra que quería realizar sobre este tema. Los dibujos en cartulinas son una prolongación de la representación de la historia del video, circunscribiéndose al plano del hogar, de lo conocido. Jairo identifica, a través de la unión de varios objetos, a las diferentes personalidades que conviven en un mismo espacio. Su obra ha estado moldeada por la búsqueda de la identidad, de quiénes somos y qué nos define. En la serie Ejercicio de la memoria indagó acerca de sus orígenes, su infancia, sus recuerdos de niño, donde el café era la puerta por donde podías pasar y todos te dejaban entrar. Es evidente tanto en su producción de videos, como en su obra bidimensional, que la tradición familiar es importante y lo define. Los dibujos de Jairo Alfonso hablan de las personas que lo rodean en su cotidianeidad. La forma de representarlos es la unión de un conjunto de diferentes objetos que hablan de una personalidad, de un carácter, de una identidad. Siempre representando la unión de varios objetos, cada uno con su concepto e interpretación, que al unirlos con otros objetos relatan una historia otra.
Harold Vázquez  parte de la utilización de imágenes de glaciares ya desaparecidos que obtiene en internet. Esta representación de algo que ya no existe por su imagen, como la suplantación del fantasma por la muerte, forma parte importante del concepto de su creación. Durante este proceso simula una imagen que ya no existe por su reproducción,  con un elemento (sal) que copia de forma seriada, reconvirtiendo los significados de la obra.
A pesar de que el artista la considera un instrumento a su servicio y cito la sal es invocada en su cualidad aséptica para producir un vaciamiento que alude a cierto tipo de muerte que se genera en la serialidad y el solapamiento de informaciones e imagines la utilización de la sal como elemento narrativo de la imagen la coloca en un estado atemporalidad  en la historia. La sal es una sustancia en forma de cristal, tiene una carga importante en la historia del hombre y la naturaleza. Simboliza la riqueza, bendición  y prosperidad en muchas culturas. En nuestra cultura en estos momentos de contemporaneidad, la sal simboliza lo malo, lo que debes dejar  atrás, la mala suerte, la salación. Esto le aporta a la obra otra lectura.
Las obras de Jairo Alfonso, Dalvis Tuya, Pavel Acosta y Harold Vázquez persisten en la representación  de imágenes a través de la multiplicación y serialidad de ideas y conceptos para la reconversión de los significados en la obra final. Pero sin lugar a dudas tanto la idea y concepto inicial como la obra final, poseen igual importancia a la hora de la interpretación, estudio e investigación del significado y trascendencia de la pieza y de la muestra.

Solveig Font Martínez
Especialista
Galería Villa Manuela
UNEAC

Obras

S/T

Dalvis Tuya Valido 2010

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Dalvis Tuya Valido 2010

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Pavel Acosta 2010

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Jairo Alfonso Castellanos 2010

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Jairo Alfonso Castellanos 2010

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Pavel Acosta 2010

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Pavel Acosta 2010

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Harold Vázques Ley 2010

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Harold Vázques Ley 2010

Radiografía

Jairo Alfonso Castellanos 2007

Radiografía

Jairo Alfonso Castellanos 2007

Radiografía

Jairo Alfonso Castellanos 2007

Artistas